Aquel día estaba realmente mosqueado. Había basado todas sus expectativas en aquel papel que esperaba, o intuía estaba cerca. Cuando el director le habló del guion y de su rol en aquella obra solo aparecía como personaje secundario. Mosqueado hizo lo que muchos cuando te agrian el momento… y lo endulzó con vino. Se replanteo cuestiones en un devenir de ideas que, un tanto inconexas, acabaron por desembocar en un pensamiento totalmente contrario a la base de todo aquello:
“¿Cuál es el precio de un “no”? ¿Qué sentimientos florecen al ver como lo planeado se convierte en frustrante? ¿Nunca lo pensaste: el porqué del rencor? ¿Existe rencor porqué de verdad se quiso o porque el ser humano saca su yo más egoísta y niega la mayor ante la posibilidad de perder? ¿Es, por tanto, bueno el rencor o es malo? Tiene su base en un sentimiento de cariño que se pudre, se infecta… se transforma en otra cosa; pero que no es odio, que sigue manteniendo, en esencia, ese cariño. El rencor existe porque existen sentimientos… sino existiría indiferencia… pero algo subyace en el fondo de todo que hace que el rencor siga siendo rencor. Pero es más, deviene dicho rencor en celos; es probablemente imposible no sentir celos cuando aquella persona por la que sientes rencor es más feliz, o simplemente, no es infeliz. El rencor es también ira. Y es que, encima, dicho rencor es reversible… tal y como se da en un momento puede volver a ese estado primigenio en el que solo se aprecia su sustrato: el cariño.”
El vino afectó de tal manera su cordura que su agonía desembocó en su verdadera causa, pasó de la superficie aparente a la célula muerta: encontró sus respuestas al porqué cambiar, al porqué no había sido capaz de dar pie con bola en meses, al porqué parecía que el mundo le daba la espalda… a tantos porqués… Que al final comprendió que la vida no siempre colma tus expectativas. Y que si te plantea otro papel que no es el esperado, el soñado, lo mejor es adaptarse a ello. Sí, entender cual es tú papel y actuar conforme a tal.
*Leyendo esto podría sonar: Confusion and frustration in modern times (Sum 41)
El rebujo de Chupito! 